Instagram @krissmunsya

Kriss Munsya

CONGO-BÉLGICA

Kriss Munsya es un artista visual belga de origen congoleño que vive en Vancouver, Columbia Británica. Desde muy joven, Kriss ha explorado el arte a través del dibujo, la fotografía y el vídeo. Pero su viaje comenzó con su largometraje "Us And Them" en 2015, rodado en su viaje a dedo de Nueva York a Río de Janeiro. Estar en la carretera como hombre negro, cambió su visión del mundo y transformó su enfoque del arte. Tras haber dirigido su primer documental, Kriss se centró en la fotografía y decidió contar su historia de racismo y abusos de los que fue víctima durante mucho tiempo. Decir sin decir, mostrar sin mostrar. Ese es el mantra de sus proyectos THE ERASER y GENETIC BOMB. Estos proyectos reflexionan críticamente sobre el pasado para informar sobre ofertas transformadoras para el futuro, ya que el protagonista revisita recuerdos para reimaginar su pasado y condicionar su futuro. En su último trabajo, KILLING DA VINCI, Kriss sensibiliza sobre la justicia medioambiental en todo el mundo a través de un mensaje fotográfico convincente y atractivo de las voces más vulnerables del planeta.

Agradecimiento especial a OD Photo Prize

- SERIE -

Bomba genética

Genetic Bomb es una interrogación sobre la negritud, la diáspora y la identidad que he estado desarrollando conceptualmente durante muchos años. Esta interrogación ha evolucionado hasta convertirse en una serie fotográfica en la que he trabajado desde principios de 2022 y que rodé en noviembre y diciembre de 2022 en el Congo (RDC). Mi propia vida y mis experiencias me han inspirado para llevar este proyecto del concepto a la creación artística. Nací en Kinshasa (RDC) y me trasladé con mis padres a Bélgica cuando tenía dos años. Como muchas personas que han vivido emigraciones similares, arrastro culpa generacional, confusión y desencanto. Culpa de ser un elegido, a quien se le concedió la oportunidad de escapar de la pobreza, la inseguridad y la guerra que creó el colonialismo. Confusión al darme cuenta de que la calidez, el amor y la energía de la tierra natal de mi familia nunca podrían sustituirse, fuéramos donde fuéramos. Y desencanto al darme cuenta de que el lugar donde crecimos defendía, y sigue defendiendo, el racismo y la supremacía blanca dirigidos contra nosotros. Estas constataciones nos plantearon varias preguntas. ¿Cómo se supone que debemos unirnos a nuestra patria? ¿Cómo podemos abrazar nuestras raíces y al mismo tiempo vivir en un sistema que las está envenenando? ¿Cómo podemos amar si somos producto del odio? ¿Estamos condenados a reproducir los mismos patrones coloniales o tenemos en nuestro interior los ingredientes para crear un cambio... una BOMBA GENÉTICA?

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