A principios de 2024, el coleccionista y experto en la obra de Dalí Pere Vehí adquirió una colección de Polaroids en formato SX-70 a unos vecinos de Cadaqués que habían frecuentado a los Dalí. La autoría concreta de estas fotografías no puede determinarse con certeza; algunas fueron presumiblemente tomadas por el propio artista o por Gala, mientras que otras pueden haber sido disparadas por personas de su entorno. Los temas son variados: retratos de visitantes de la casa de Port-Lligat, excursiones al Cap de Creus y primeros planos de rocas y diversos objetos domésticos, fotografiados posiblemente como estudios. Ocasionalmente, algunas pequeñas imágenes han sido alteradas con tinta o gouache.

Poco después de que Polaroid lanzara el sistema de fotografía instantánea, su creador, Edwin Land, trató de realzar esta nueva y brillante tecnología con la imagen de otros genios de la época. Así, numerosas figuras de la cultura popular y el arte, como Andy Warhol, David Hockney y Salvador Dalí, prestaron sus rostros a las campañas publicitarias de la empresa. Su participación reflejaba la conexión entre la innovadora tecnología de Polaroid y el arte de vanguardia. Tras esta colaboración inicial con Dalí en 1972 con fines promocionales, Land continuó regalando al pintor los últimos modelos de cámaras Polaroid a medida que salían al mercado. Para Dalí eran una especie de juguete con el que podía disfrutar de experiencias lúdicas y creativas.

Invitados por el Festival InCadaqués, Laia Abril y Joan Fontcuberta se han inspirado en el descubrimiento de estas fotografías para embarcarse en sus propios proyectos artísticos. Estos proyectos no sólo dialogan entre sí, sino también con la atmósfera daliniana creada por las Polaroids. Abril se ha centrado en los objetos personales de Gala, ahondando en el misterio y la poesía de su universo íntimo. Fontcuberta, por su parte, se interesa por los paisajes agrestes de la región, que se han convertido en escenarios de performances surrealistas y en refugios de diversos objet-trouvé.

Así, dos figuras de sus respectivas generaciones nos ofrecen dos propuestas rebosantes de imaginación e inteligencia visual, donde el inagotable legado de Dalí se reinterpreta a través de la parodia y se contempla a la luz de conceptos y poéticas contemporáneas.