Litorali es una exploración del paisaje costero de Castelporziano y Capocotta, una reserva natural cercana a Roma. Son lugares que he habitado en verano cuando era niño, y que al visitarlos durante el invierno alternan en mí una calma alienante y la inquietud propia del deambular por un lugar sagrado. Las dunas se convierten en islas, montañas, marañas inaccesibles de zarzas, siempre con el sonido de las olas de fondo. Una parte importante de la obra está formada por fotografías de objetos tomadas durante los paseos: flores, conchas, huesos de sepia.

Elegí trabajar con cianotipos porque me pareció perfectamente adecuado para la naturaleza de la obra. La cianotipia es una técnica muy básica, se expone muy lentamente bajo la luz del sol, luego se revela para obtener una escala de azules prusia, que posteriormente se blanquea y se entona para obtener diferentes tonos de marrón y negro. Es un proceso de sedimentación y erosión el que forma la imagen, que acaba estabilizándose pero permanece viva y con el tiempo puede haber cambios sutiles, no muy distintos del paisaje costero en el que está ambientada la obra.