Amsterdam 1992

Yo era nuevo en la ciudad y ya había oído hablar de The Roxy.
Tenía una mala reputación y sabía que era raro conseguir permiso para hacer fotos en su interior.

The Roxy había anunciado una de sus famosas/infames fiestas junto con un desfile de moda íntima de un diseñador alemán. El tema de la ocasión era "Bájate los pantalones".
Yo nunca había oído hablar de un tema así, así que pensé que era el momento oportuno para preguntar si podía fotografiar los eventos de la noche.
Mi cita era en uno de los apartamentos situados encima del Roxy. No recuerdo en qué piso, pero recuerdo el fuerte olor a cigarrillo y, sobre una mesa auxiliar baja, un cenicero con un globo ocular de plástico.
El hombre con el que hablaba era tranquilo y amable, vestido de negro. Quería saber de qué país era y por qué me interesaba fotografiar el acontecimiento.
"He oído que el interior es precioso", le dije. "Tengo curiosidad por descubrir cómo funciona esta belleza con el tema de 'bajarse los pantalones'".
Debí de parecerle exótica. No por mi nacionalidad española, seguro, sino por mi aspecto tan normal.
"Sin flash. Por lo demás, puedes hacer lo que quieras", me dijo. "Vuelve para enseñarme las fotos cuando las tengas".