Mònica es una fotógrafa de Palamós, un pequeño pueblo situado en la Costa Brava. Procedente de una familia de pescadores, su trabajo siempre ha estado influenciado por sus orígenes. Profundamente enamorada del mar, en su día se planteó seguir la tradición familiar, pero tras estudiar diseño en Barcelona, descubrió la fotografía. Desde entonces, se ha convertido en una de las fotógrafas más prometedoras de la escena barcelonesa. Sus imágenes están llenas de la deslumbrante luz del Mediterráneo, resuenan con vibrante energía y alegría, irradiando la calidez del verano. Cada obra es un poema visual, una invitación a un viaje onírico por las sublimes costas de Cataluña.