Irene Zottola

ESPAÑA

Utilizando páginas de una enciclopedia encontrada en la calle y copias realizadas en un bloc de dibujo con emulsión líquida en el laboratorio, este proyecto establece un paralelismo entre el vuelo de las aves y el de los seres humanos, así como su relación con el entorno y su trayectoria vital.

Para escapar del laberinto en el que habían sido encarcelados, Dédalo construyó unas alas para él y su hijo Ícaro. Volando serían libres. El entusiasmo de Ícaro al emprender el vuelo le hizo volar demasiado cerca del sol. El calor derritió la cera que unía las alas a su espalda y acabó cayendo al mar, donde se ahogó.

A lo largo de la historia se ha establecido una relación entre el ser humano y el cielo, entre el deseo de VOLAR y el significado físico y simbólico que conlleva.

Hay una dinámica de elementos contrarios y complementarios en el vuelo: lo eterno y ascendente frente a lo perecedero y descendente, la esperanza y la angustia del acto de aprender a VOLAR y así elevarse o caer a tierra: la vida y la muerte. Hay desesperación y agotamiento ante el deseo y la ilusión de volar.

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