Katrien de Blauwer nació en la pequeña ciudad provinciana de Ronse (Bélgica) en 1969. Tras una infancia problemática, se trasladó muy joven a Gante para estudiar pintura. Más tarde asistió a la Academia Real de Amberes para estudiar moda. Estudio que abandonó. Fue entonces cuando hizo sus primeros libros de collage, en realidad estudios y moodbooks para colecciones de moda. Más tarde empezó a coleccionar, recortar y reciclar imágenes como autoinvestigación terapéutica.

Los collages de Katrien De Blauwer coquetean con la moda, la danza, el cine y la fotografía. Algunos la llaman "fotógrafa sin cámara". Otros definirían su obra como "postfotografía". A partir de imágenes de revistas, su trabajo gira en torno al recuerdo. Como un fotógrafo, De Blauwer recorta y reencuadra imágenes, pegándolas con otras o con tiras monocromas de las mismas revistas. Este proceso es espontáneo, similar a los métodos de un pintor. Mientras crea, De Blauwer utiliza diferentes paleמּes con extremidades, bodegones, tonos oscuros, colores... Aplica sus materiales viejos y desgastados con mucha moderación, produciendo así piezas de arte preciosas y frágiles, que son, además, de una apertura y un atractivo excepcionales. 

El espectador se adentra en una atmósfera sensual y ambigua, pero no por ello menos limpia, que recuerda a la típica del cine negro o de la nouvelle-vague. La deuda del artista con la fotografía y el cine es indiscutible. Títulos recurrentes, como "Jump Cuts" o "Dark Scenes", aluden claramente al lenguaje cinematográfico. De Blauwer, tijeras y pegamento en mano, nos hace preguntarnos qué está pasando exactamente.