Hiroh Kikai
JAPÓN
Hiroh Kikai (1945-2020) fue un destacado fotógrafo japonés conocido por su aclamado libro "Persona", que recibió prestigiosos premios en 2004. Su obra se amplió con la publicación de "Asakusa Portraits" en 2009 y "PERSONA The Final Chapter" en 2019. Kikai, formado originalmente como filósofo, encontró su vocación en la fotografía tras inspirarse en Diane Arbus. A pesar de las dificultades económicas, siguió dedicándose a captar la esencia de la humanidad a través de su objetivo.
A partir de 1973, Kikai se embarcó en su famosa serie Persona, fotografiando a personas frente al templo Sensoji de Tokio, en el distrito de Asakusa, durante más de 40 años. La vibrante atmósfera de Asakusa y su gente le recordaban a su ciudad natal, lo que impulsó su profundo afecto por la zona. Los retratos de Kikai, reflejo de su introspección y del paso del tiempo, ofrecen una convincente descripción de los diversos rostros e historias que se encuentran en Asakusa, capturando en última instancia la esencia de lo que significa ser humano.
Luigi Clavareau - en)(entre galería
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Retratos de Asakusa
Retratos de Asakusa
Kikai había comenzado su serie de retratos cuadrados y monocromos de Asakusa ya en 1973, pero después hubo un paréntesis hasta 1985, cuando se dio cuenta de que un telón de fondo ideal serían los lisos muros rojos de Sensō-ji. En ese momento, la gran mayoría de sus retratos de Asakusa adoptaron más restricciones: el sujeto único se coloca directamente frente a la cámara (originalmente una Minolta Autocord TLR, más tarde la Hasselblad), mirándola directamente, y se muestra desde alrededor de las rodillas hacia arriba. Kikai podía esperar en el templo durante cuatro o cinco horas, con la esperanza de ver a alguien a quien quisiera fotografiar, y podían pasar tres o cuatro días sin una sola fotografía; pero podía fotografiar a tres personas en un solo día, y fotografió a más de seiscientas personas de esta manera. Creía que tener un telón de fondo liso y una confrontación directa con el sujeto permite al espectador ver al sujeto como un todo, y como alguien en quien el tiempo está marcado, sin ninguna especificidad que distraiga o limite