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Tanara Stuermer

BRASIL

Fue estudiando teoría de la imagen durante sus estudios de historia en el sur de Brasil cuando Tanara Stuermer descubrió el poder documental de la fotografía. Empezó a fotografiar en 2009 y se interesó por la fotografía callejera, explorando momentos de vida y soledad en Río de Janeiro, ciudad en la que vive desde hace 17 años. Luego pasó a la fotografía de autor, desarrollando imágenes que coquetean con la abstracción; la mayoría son captadas a través de la interferencia de material plástico para documentar la realidad de las relaciones humanas contemporáneas.

Continuando con el uso de la interferencia, ahora desafía algunos límites de la fotografía con la materialidad de las impresiones superpuestas, examinando el movimiento y sus posibilidades dentro del fútbol playa de Río en la serie "Altinha".

- SERIE -

Altinha

Esta serie de fotografías retrata la "Altinha", un juego popular en Río de Janeiro cuyo objetivo es mantener la pelota en el aire, y los jugadores no pueden utilizar las manos. Deporte carioca por excelencia, surgió en la década de 1960 y se juega en la playa, preferiblemente junto al agua, donde los pies no pueden quemarse con la arena caliente. Empecé a fotografiarlo porque me pareció precioso el espíritu de cooperación entre los jugadores, ya que no compiten, porque todos tienen el mismo objetivo: que la pelota no toque el suelo.

Mis estudios en el campo del cine me sirvieron de filtro para desarrollar la forma de presentar esta obra: Observé en las imágenes un patrón en los movimientos de los jugadores dentro de un tiempo y un espacio determinados, lo que da ritmo a estas escenas. Pero a diferencia del cine, donde las escenas se componen de imágenes separadas, aquí las imágenes se mezclan, y la escena tiene lugar en un solo fotograma. Mezclé y superpuse estas fotografías con impresiones sobre papel de calco, en cortes que aíslan los cuerpos y los movimientos para luego reconciliar de nuevo todas las imágenes. Diluir las imágenes permitía que fueran absorbidas por la transparencia del papel y las superposiciones y así conseguí una narración, una coreografía, como al ritmo de un tambor, en un movimiento que se multiplica en un solo fotograma. Ahora parecen golpear la pelota al son de un "berimbau" o a la cadencia de una "ladainha", que tiene la función de dirigir el diálogo entre los jugadores en el círculo de Capoeira.

Estas posibilidades multiplicadas me llevaron a realizar algunos estudios de movimiento que traté de descomponer en secuencias inspiradas en las obras de Eadweard Muybridge y Étienne-Jules Marey. Al ensamblar las obras con papel de calco e impresiones, busqué comprender la naturaleza de los movimientos, dónde están los límites de los cuerpos y su fuerza, centrándome en el gesto.

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