Aglaé Bory
FRANCIA
Tras estudiar Historia del Arte en la Universidad de Aix-en-Provence y fotografía en la Escuela Nacional de Fotografía de Arles, Aglaé Bory vive y trabaja en París. Forma parte de una nueva generación de fotógrafos que sitúan a las personas en el centro de su trabajo fotográfico. Se ha sacudido los códigos de la fotografía humanista y ha desarrollado una estética basada en un enfoque documental. Su trabajo se ha presentado en varios festivales de Francia y el extranjero (Festival Circulation (s), Photofolies, Bourse du Talent, Voies Off, Bibliothèque Nationale de France, Les Nuits Photographiques de Pierrevert, etc.). Su anterior proyecto documental Figures mobiles se expuso en 2020 en el festival Photaumnales. Este trabajo ha entrado en las colecciones del Fondo Nacional de Arte Contemporáneo. En junio de 2020, ganó el Premio Caritas de fotografía social con la serie Odyssées, presentada aquí en Cadaqués.
- SERIE -
Odyssées
Odisea es un trabajo fotográfico sobre el exilio realizado en la ciudad de Le Havre. La Odisea de Homero cuenta la historia de un regreso interminable. El regreso de Ulises a Ítaca tras veinte largos años de ausencia. Esta obra es un eco de este original cuaderno de viaje. Aglaé Bory ha seguido a varias personas en el exilio, solicitantes de asilo o refugiados, casi siempre a la espera de un estatuto. La espera es a menudo larga y dolorosa. Les aísla de la realidad y les encierra en un espacio mental en suspense. A través de esta sucesión de retratos y paisajes, la fotógrafa ha querido crear una correspondencia entre su interioridad y los paisajes en los que se desenvuelven estas personas para hacer perceptible este sentimiento de exilio. Les fotografió en sus lugares de vida, en su territorio cotidiano aunque fuera precario y temporal. Sus ojos se pierden a través de las ventanas. Están en la oscuridad. A menudo se apoyan en el cielo, cuyo azul parece ignorarles.
El mar es el refugio de su interioridad, sus esperanzas y sus promesas. Es la realidad física de la distancia recorrida -a menudo la han cruzado para llegar hasta aquí- y de la lejanía. Todos sufren el desarraigo y se preocupan por su futuro. Cuando han adquirido el estatuto de refugiado, es una obligación romper con su país de origen; volver allí es imposible. Cuando se les deniega este estatuto, el regreso se convierte en una obligación, deben abandonar el territorio francés. Este retorno se convierte entonces en el símbolo de su fracaso cuando no constituye un peligro para su vida. Así pues, el retorno es a la vez soñado y temido.
Son historias de retornos imposibles o impensables, esperas interminables tras penosos y peligrosos viajes migratorios, esperanzas de una vida mejor, lejos de guerras y persecuciones. Pero, ¿qué será de Mohammed, Ibrahim, Goar, Abdel- razik, Hiba? Todos ellos esperan su citación ante la Audiencia Nacional de Asilo tras la denegación de la Ofpra a su solicitud de asilo. Nuestro país, como toda Europa, atraviesa una grave crisis de acogida de migrantes y se repliega tras sus fronteras. La interminable espera de estos exiliados no es más que la expresión de la reticencia de nuestra sociedad a acogerlos verdaderamente.
Este trabajo se realizó en 2018 en el marco de una residencia fotográfica en la ciudad de Du Havre producida por el festival Le Goût des Autres. Se proyectó una película fotográfica durante el festival en 2019, con una creación musical del grupo Magnetic Ensemble.