Mey Rahola fue una de las primeras mujeres que se dio a conocer en el campo de la fotografía artística en España. En muy poco tiempo, entre 1934 y 1936, su obra adquirió dimensión pública a través de exposiciones, premios y publicaciones. La guerra y el exilio truncaron esta prometedora etapa de su actividad creativa. En Francia, sin embargo, su pericia como fotógrafa le permitió profesionalizarse y salvar a la familia de la pobreza y el hambre. Al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la situación profesional de su marido mejoró, abandonó su carrera profesional. Siguió haciendo fotos, pero sin el mismo nivel de exposición pública que había tenido antes de la guerra. Murió en Vaucresson, cerca de París, en agosto de 1959. Su colección fotográfica conservada, dispersa durante muchos años y ahora reunida, incluye 650 fotografías, 350 negativos y 5 álbumes.