Monte Alto 우리동네

Casado con una gallega, España ha sido para mí un segundo hogar durante la última década. La fotografía ha sido mi medio para entender y conectar con esta patria siempre extranjera pero segunda. Quizás sea en esta mirada de medio pie entre las culturas, lo que me hace estar obsesionado con las pequeñas rarezas de lo ordinario. Monte Alto es donde vivo ahora. Fue un barrio de mala fama en A Coruña, Galicia, la región del noroeste de España. Hay una torre hecha por los romanos, hay una prisión abandonada que te hace pensar en estar encerrado en su irónicamente bella construcción. Historias de narcos gallegos malotes conviven con la fe de peregrinación en cada recorrido del Camino de Santiago. Este es Monte Alto, mi barrio. Las fotografías de la serie están hechas durante la primera fase del encierro nacional en España que comenzó el 14 de marzo de 2020, durante cada salida de casa cuando sacaba a mi perro a hacer sus llamadas a la naturaleza. He disparado de forma natural e intuitiva, en un intento de dar sentido a los no-sentidos.Elegí trabajar en 35 mm debido al tiempo limitado y al acceso de las escasas oportunidades de disparo. Utilicé un gran angular porque pensé que, mientras todo el mundo utiliza el teleobjetivo desde la ventana, yo debía aprovechar el hecho de poder estar en el exterior. Con las impresiones, primero hice una prueba manchando las impresiones en color en el agua del mar, agua rústica de la tubería de mi estudio durante el cierre y desinfectante de manos para que crecieran bacterias en mis impresiones. A medida que avanzaba la prueba, me pareció más fuerte imprimir toda la serie en cianotipia, aprovechando la característica delicada y frágil del papel de caligrafía china y su origen. Y combinarlo con el tintado de cada fotografía con Té Verde Chino, Café Italiano y Corteza de Roble me daría más control sobre la estética en toda la serie.